Dicen que solamente hay dos fuerzas que nos empujan por la vida, una es el amor y la otra es el miedo, estamos terriblemente condicionados por él. Caminar por la vida motivados por el amor es fantástico pero no lo es cuando lo hacemos por miedo.
El miedo nos hace vivir a medias, hay que moverse por amor, ese debe ser nuestro motor.
El miedo nos hace vivir a medias, hay que moverse por amor, ese debe ser nuestro motor.
Acabo de vivir una situación de pánico en mi vida que casi me paraliza por completo, se me agarraba al estómago y me tenía completamente bloqueada. Gracias a Dios han aparecido tres personas que me han hecho ver la realidad de manera más amable. Ahora estoy algo aliviada pero sé que los miedos volverán y tendré que enfrentarlos. No es fácil.
Me ha salvado hablar del tema (que ni siquiera me atrevía) comentarlo con personas de confianza y conseguir visualizarme bien en cualquier circunstancia; eso y vivir el momento actual. Confiar en que la vida nos va a traer lo mejor.
Mirar al miedo cara a cara y preguntarme: ¿Qué aprendo yo de todo esto? , es el consejo; estoy convencida de que detrás de todo lo que nos ocurre hay una magnífica lección que aprender.
Lo que nosotros no podemos arreglar, que lo haga Dios o la vida.
Mirar al miedo cara a cara y preguntarme: ¿Qué aprendo yo de todo esto? , es el consejo; estoy convencida de que detrás de todo lo que nos ocurre hay una magnífica lección que aprender.
Lo que nosotros no podemos arreglar, que lo haga Dios o la vida.
